miércoles, 25 de mayo de 2016

Sentir para ser

He vuelto,
a querer,
a quererme,
a sentir,
a sentirme y a ser.
He dejado de lado todo aquello que no me dejaba ser,
que me hacía ser,
pero sin quererme,
que me hacía sentir,
pero sin sentirme.
He recordado sonrisas de acero que se derretian con el frío de unos labios secos y agrietados.
He querido sin querer, y he querido queriendo.
He vuelto a soñar, y nunca he dejado de soñarte.
Necesito leer pieles y acariciar historias pero nunca querré saber el final si no voy a poder volver a empezar cada vez que se termine.
No me gustan los puntos finales ni el continuará si eso implica una pausa en mi lectura.
Me gusta, abrir la ventana para que los pájaros me escuchen sonreír al recordarte, también me gusta el sonido del paso de las páginas, pero me asusta el sonido de los años que pasan sin hacer ruido y provocando miles de destrozos.
Adoro el olor a café recién hecho por las mañanas, porque me da fuerzas para soñar despierta y no esperar a que todo fluya sino a hacerlo fluir, cuando lo único que quiero es seguir durmiendo para ver si así se cumple algún sueño.
Siento que quiero pero no puedo y que puedo pero ya no quiero.
Veo pero estoy ciega, me ciego pero sigo viendo, aunque mis ojos ya no quieran ver.
Odio, creo que esto que siento es odio, porque quiero obviar el final, y volver a empezar, porque no sé, si después del final habrá otro principio, o si ni siquiera habrá un final.
Mi vida, que no se si es el principio o el final, es como un puzzle compuesto por piezas que se van perdiendo, por otras que llegan y por otras que siempre estarán.

jueves, 12 de mayo de 2016

Rota.

Cierro los ojos y mi cabeza se ilumina de palabras que se estrellan contra mi como si quisieran salir, pero sin un orden, no consigo darles sentido. Se están clavando y no paran, joder, que silencio tan grito, que oscuridad tan brillante, giran, las palabras me balbucean. Tiemblo y no tengo frío,  corro y estoy echada en mi cama. Vuelvo a temblar, y ya está, he conseguido soltar una frase, que parto tan difícil, pero por fin, ya oigo como llora, está viva.
Consigue ponerse en pie por primera vez, pero su estabilidad es como la mía y no tarda ni un segundo en caerse, de nuevo en pie, y otra vez al suelo, gatea, hasta un paréntesis que le ayuda a levantarse, ahora vuela,tiemblo de nuevo, más frases nacen. Un grito, se avecina el desastre, bailemos, no queda mucho tiempo.
Otra hoja rota, otro folio en blanco, una vez más mis palabras se rompen, flotan y se hunden en un agujero negro que lleva a ninguna parte.
Rota,
estoy rota,
me falta el aliento,
todo esto me oprime el pecho y
nunca he dejado de buscar
la libertad de mis sentidos,
la felicidad más allá de las miradas,
más allá de las palabras.
Sigo buscando mi rincón favorito en unas manos libres de normas, sin miedo, intrépidas y que siempre acaben agarrando una cerveza tintineando las jarras al ritmo de un rock&roll.
Voy a apurar tu sonrisa hasta que se me desgasten los ojos de tanto mirarte, que manera de brillar, de volar, de bailar sin siquiera mover los pies, que energía, que luna tan grande, que fuego tan sol.

lunes, 9 de mayo de 2016

Silencio.

Silencio, es suficiente.
Sobran,
vuestras palabras,
huecas y
vuestros discursos
egoístas.
Faltan,
palabras de fuego,
en labios sinceros.
Se necesitan,
más personas transparentes
y menos seres opacos.
Queremos
que dejen de intentar
mover nuestros hilos,
como si fueran suyos.
Solo pido que la humanidad sea más humana o menos, ya no se si ser humano es algo decente, al menos no lo es ser un humano discípulo de retrógrados. Pretenden enseñarnos que la culpa de todo la tenemos nosotros, que somos los causantes de todo efecto tóxico, cuando lo único tóxico que veo aquí son ellos, nosotros somos el "ganado" pero el metano lo expulsan ellos cada vez que abren la boca.