martes, 24 de abril de 2018

Dejarás de odiarme cuando sepas mirarte.

Puedes olvidarme,
así te lo pido
si por quererme a mi misma decides fusilarme con palabras de odio.
Te invito a mirarte a ti
si lo que buscas es fallos en mi,
puedes marcharte si vienes para imponerme un uniforme en la piel,
tú tan abarrotado de prejuicios y desnudo de humanidad,
puedes largarte
no voy a odiarte
siempre fue mi prioridad ignorar al farsante.
Debes saber que tu error está en no aceptar que te has abrazado a la invisibilidad de lo perfecto,
que tu fallo no es quererte de más,
sino quererte mal
que eres incapaz de saltar fuera del abismo que supone no encontrar en ti la ideal felicidad
aquella que te han vendido en revistas sin verdad.
No te culpo de que agredas a los demás con la bala de la palabra,
no voy a rebajarme a tu discurso vacío
voy a señalarte para que sepas que tu odio hacia los demás empieza en odiarte a ti mismo.
Dejarás de odiar al resto cuando sepas mirarte a ti
toda la realidad parte de ahí
allí donde no quedan filos en los ojos
Y consigas romper todos los cerrojos
hacía donde nuestra verdad sea la de todos
y nadie pueda golpearte por vivir sin censurarte.

domingo, 22 de abril de 2018

Rieme lento

Al cielo nadie le pide explicaciones cuando todo se nubla, a ti nadie te avisa cuando llega la tormenta y te pilla en mitad de la nada, inundandote de la incertidumbre de no saber que aspecto tendrá el miedo esta vez.
Todos mis miedos se quedan mudos para escuchar en silencio el eco de tus labios susurrando un: "ven, ríeme lento, no los dejes vencer".
Él río empieza a fluir cuando siente tus lágrimas, dice que son demasiado saladas para no acabar en algún lugar de aquel mar en el que siempre te dejas llevar. Allí donde después de flotar te sacudes la sal y echas a andar.

lunes, 2 de abril de 2018

Un paso más

Un paso más,
sólo uno más para no poder frenar,
salir de la zona de confort,
y observar a tu alrededor
lo que acelera al corazón.
Rompe la pared que apaga tus impulsos
de tirarte en la hierba y sucumbir en silencio  al cantar de aquellos pájaros que a coro susurran el himno de tu paz.
Mira y verás todo lo que te habías perdido y que tan cerca estaba,
aquel riachuelo que se desliza por las grietas
acariciando tus oídos a la par que tu mitad.
Levántate y sal a disfrutar,
da un paso más y verás
como puedes volar sólo con observar.