lunes, 5 de marzo de 2018

Libre y viva.

Desde su nacimiento
princesa por obligación,
juegos marcados
madre y señora de su casa
por tradición,
niño que quiere cocinar y acunar bebés, obvio, maricón,
demasiado femenino para un mundo en el que tener similitudes con una mujer es delito.
A ella, marimacho, le dicen, por hacer deportes "de hombres".
A ella, fuerte y luchadora la llaman exagerada, por gritar que nos están matando, que tenemos miedo, porque nos violan, porque quieren silenciarnos.
Pero no lo conseguirán, porque por cada mujer caída nos vamos a levantar el doble, porque merecemos que se nos respete, que podamos aspirar a un trabajo digno y con las mismas condiciones que un hombre.
Por ti, por las que ya no están, por las que estamos,
no te rindas y dale la mano a otras mujeres, porque JUNTAS conseguiremos ser LIBRES, tan NUESTRAS y tan DE NADIE.
Te quiero,
libre y viva.

jueves, 1 de marzo de 2018

Lucha por ser.

Cuando dejo sonar el aleatorio  de spotify entregada por completo al subir y bajar de la marea que impacta con cada canción, con cada acorde en una sacudida  directa al corazón, ese ir y venir de alegría y amargor por todo lo que he dejado atrás y por todo lo que estoy viviendo.  Consiguiendo en un golpe de nostalgia conectar con esa niña que sólo quería jugar con la inocencia y la ilusión que me niego a abandonar, aunque a veces me sorprendo mirándola desde la distancia, siempre termino corriendo a abrazarla.  Esa niña tan adulta que siempre me devuelve las ganas de reír hasta llorar e incluso de llorar para reír. Llorar no resulta tan dañino cuando consigo canalizar el dolor y me ayuda a quererme más desde la sinceridad, desde la aceptación de ser como soy y quiero ser, y esa sensación cálida de cercanía conmigo misma es tan necesario como respirar.