martes, 19 de diciembre de 2017

Flores

Posa sus labios allí donde él solo ve espinas y besa sus silencios hasta romperlos en pedazos. Siente que flota y que el peso que se lo impedía ya no está, que puede mirarse en cualquier reflejo y solo ve flores.
Ella le pide cobijo entre sus brazos y le dice a quemarropa contra su piel que después de tanto buscar quimeras, allí, donde termina su sonrisa ha visto brillar el sol.
A través de sus ojos las imperfecciones de él se veían como si fueran el accidente geográfico más increíble que jamás podría llegar a percibir, y aunque ella no lo sabía, eso y su forma de reír le hacían olvidar los suyos.
Habían encontrado en su calidez un refugio para protegerse del frio que acechaba en su interior.

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