viernes, 12 de mayo de 2017

Seismos

Dolor,
en este vis a vis conmigo misma,
cara a cara con mi vacío.
Soy una vez más,
una mera observadora,
de la batalla que se disputa en mi pecho.
No hay tregua para mi débil gladiador,
no hay espada
no hay fuerza que venza a la bestia,
no a este dolor.
Tiemblo,
mis piezas son placas tectónicas
que chocan cada vez que me quedo en silencio
conmigo,
en mi propio abrazo intento unir mis trozos
para que no colisionen de nuevo,
pero no hay nada que suture esta herida.
Supura odio,
fobia a la soledad que acusa la huida.
Incompleta,
así es mi huida,
busco salir pero aborrezco la salida.
Empieza el combate,
cuerpo a cuerpo,
uno más débil que el otro,
llevándose la victoria el odio.

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