lunes, 28 de noviembre de 2016

Navidad en tu cuerpo.

Navidad.

Llamo navidad cuando apareces en mi casa sin avisar y sin envolver. No traes árbol pero tampoco me importa porque brillas más que cualquier estrella y ni siquiera necesitas adornos, ni regalos, porque lo tienes todo incluido.
No traes champán, pero dices querer hacer un brindis, y te acercas a mis labios.
Siempre tienes las manos congeladas, y sin embargo, tus caricias son cálidas como una hoguera en mitad de una fría noche en el desierto.
Intenté montar el belén, pero me entretuve con la pieza más humana que había en mi casa en ese momento, y se nos hizo de noche, cambiamos de año y ni nos dimos cuenta, habíamos creado nuestro propio calendario.

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