Un etcétera sin punto final, que no termina, son hasta cuándo sin el dónde.
Tic, tac, dice tu cabeza, muchas penas y poca certeza, aprovecha el tiempo.
Permite que tu cuerpo dude, deja que tus pies tiemblen, que te acoja el miedo, pero nunca permitas que te digan que no puedes, porque te puede sacudir la ira y el terror, pero si sigues caminando y levantándote, conseguirás mantenerte a flote por mucho que suba la marea.
viernes, 25 de agosto de 2017
Respira
miércoles, 31 de mayo de 2017
Sentir los acordes.
Buscar el amor ideal o una persona ideal es como buscar una canción con la que te sientas identificado en cada momento del día. Puede que la encuentres a la primera, que la encuentres después de haber escuchado muchas otras, o incluso que nunca llegues a encontrarla.
Lo que quiero decir es que cuando buscas algo concreto que ya has esquematizado en tu cabeza, lo más probable es que no encuentres nada igual, que nada te llene el vacío que deja esa ilusión que tú mismo habías creado.
Tal vez conozcas a muchas personas, y lo intentes con cada una de ellas, pero es posible que cuando les pongas el molde que habías diseñado en tu mente no encajen a la perfección, y a partir de ahí solo encontrarás los defectos de esas personas y no serás capaz de amarlas, o de sentir el amor que te transmiten, todo será insuficiente.
Por ello, no debemos idealizar lo que queremos, ni siquiera buscarlo, sino dejar que nos encuentren las sensaciones, percibir la energía sin buscar las taras, porque éstas surgen solas, y la única solución es abrazarlas.
Porque solo cuando liberes tu mente y estés predispuesto a sentir, a notar como cada acorde te acaricia la piel, solo entonces serás capaz de vibrar y de disfrutar cada canción.
En definitiva, el poder de bailar y cantar una canción desde el primer segundo aún sin entender la letra.
viernes, 12 de mayo de 2017
Seismos
Dolor,
en este vis a vis conmigo misma,
cara a cara con mi vacío.
Soy una vez más,
una mera observadora,
de la batalla que se disputa en mi pecho.
No hay tregua para mi débil gladiador,
no hay espada
no hay fuerza que venza a la bestia,
no a este dolor.
Tiemblo,
mis piezas son placas tectónicas
que chocan cada vez que me quedo en silencio
conmigo,
en mi propio abrazo intento unir mis trozos
para que no colisionen de nuevo,
pero no hay nada que suture esta herida.
Supura odio,
fobia a la soledad que acusa la huida.
Incompleta,
así es mi huida,
busco salir pero aborrezco la salida.
Empieza el combate,
cuerpo a cuerpo,
uno más débil que el otro,
llevándose la victoria el odio.
jueves, 23 de marzo de 2017
Tal vez primavera
Vaya estampa de primavera
eres tú
sin filtros
mirando al objetivo del invierno
tal vez cálido después de estrellarse en tu pecho.
Hay un trecho entre tu paz y tus besos,
un grito en tus huesos
un silencio recio .
Busco tu nombre
entre flashes y ráfagas de embriaguez,
en las marcas de mi piel.
martes, 7 de marzo de 2017
Destrucción constructiva.
No entiendo nada,
solo sé que es algo precioso.
Se deslizan por mis entrañas
tus ganas
de bailar para ti,
con mis balas.
Como un vals acompasado
hablas
y sin haberlo acordado
entras rompiéndolo todo,
todo lo que me destruía
todo lo que me hacía vulnerable.
Me reconstruyes de vida
abrazos que nunca sabrán a despedida
quien te tuvo
y no te retuvo
no sabían que eras la eternidad
sorprendentemente bella e incomprendida,
disfrazada de monotonía.
viernes, 17 de febrero de 2017
Paz en guerra
El día que sopló sus cenizas.
Se lava con paz y silencio,
mientras los gritos de guerra brotan de su infierno,
una pizca de sal se convierte en lágrimas que surcan los contornos de su cuerpo.
Cae un manto áspero y pesado sobre su delicada piel que se hunde tras el impacto de bala,
estallando un hilo de furia sobre su tez desnuda.
Lujuria extasiada,
muda de miradas ,
ciega de palabras,
sorda de caricias
toda ella rota por la codicia
besa sus manos mientras divisa la desdicha de quien predijo que serían alegres sus días.
En el abismo de tal pesadilla solo cabe abrazarse a si misma para escapar.
domingo, 12 de febrero de 2017
En soledad
La luna se clava en mis noches como alfileres fríos, las despedidas duelen aún más cuando se apaga la luz.
Los recuerdos fluyen como ríos de lava
de la explosión de mi mente,
la soledad me abraza
y yo le pido tregua a mi corazón,
que se rompe de madrugada.
Me siento pequeña
me hundo en la almohada
vuelvo a perder
nada cambia.